El fenómeno del BULLYNG, o lo que es lo mismo, el maltrato entre iguales.
Los trastornos de la conducta y el comportamiento se han convertido en una de las situaciones más preocupantes para padres y profesores que ven como sus hijos y alumnos presentan cuadros conductuales que necesitan atención especializada. La violencia escolar puede afectar la vida de centros educativos, deteriorando el clima de convivencia necesario para que la escuela cumpla sus finalidades educativas.
Sus características son: las agresiones verbales, físicas, las intimidaciones, etc., deben producirse de forma repetida, darse en situaciones de desigualdad de poder, suelen mantenerse debido a la ignorancia o pasividad de las personas que rodean a los agresores y a las víctimas. El triángulo formado por el agresor/a, victima y espectador/a es un esquema que se repite normalmente, no debemos caer en estereotipos ya que cualquiera puede ser victima o agresor, si hay adultos delante suelen ser menos frecuentes las agresiones, hoy en día se utiliza mucho el móvil y el correo electrónico, ya que las víctimas no siempre cuentan los hechos.
Para prevenir este fenómeno, desde el centro escolar se debería: propiciar canales de comunicación eficaces y un buen clima de convivencia; aplicar una metodología basada en procedimientos cooperativos; priorizar la educación emocional; promover un trabajo a favor de la igualdad; establecer redes de apoyo y promover la mediación de conflictos…
Los trastornos de la conducta y el comportamiento se han convertido en una de las situaciones más preocupantes para padres y profesores que ven como sus hijos y alumnos presentan cuadros conductuales que necesitan atención especializada. La violencia escolar puede afectar la vida de centros educativos, deteriorando el clima de convivencia necesario para que la escuela cumpla sus finalidades educativas.
Sus características son: las agresiones verbales, físicas, las intimidaciones, etc., deben producirse de forma repetida, darse en situaciones de desigualdad de poder, suelen mantenerse debido a la ignorancia o pasividad de las personas que rodean a los agresores y a las víctimas. El triángulo formado por el agresor/a, victima y espectador/a es un esquema que se repite normalmente, no debemos caer en estereotipos ya que cualquiera puede ser victima o agresor, si hay adultos delante suelen ser menos frecuentes las agresiones, hoy en día se utiliza mucho el móvil y el correo electrónico, ya que las víctimas no siempre cuentan los hechos.
Para prevenir este fenómeno, desde el centro escolar se debería: propiciar canales de comunicación eficaces y un buen clima de convivencia; aplicar una metodología basada en procedimientos cooperativos; priorizar la educación emocional; promover un trabajo a favor de la igualdad; establecer redes de apoyo y promover la mediación de conflictos…
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