viernes, 27 de marzo de 2009

Las Redes Sociales y la educación


Desde la irrupción de las redes sociales hace un par de años, que ya cuentan con ocho millones de usuarios en nuestro país, los chavales disponen de un mundo paralelo en el que intercambian mensajes, fotos y vídeos sobre su vida íntima. En la inmensa mayoría de los casos, se trata de un pasatiempo inocente: el típico flirteo de la adolescencia, aunque ahora se produzca en el ciberespacio y no en el parque de la esquina.


(Interesante 'spot' de una agencia noruega sobre los peligros de las redes sociales)

La reacción de los padres ante esta nueva forma de comunicación entre los adolescentes oscila entre la alarma y la estupefacción. Casi ningún progenitor sabe orientarse en las redes sociales como Facebook o Tuenti. De ahí la alarma social que se está creando a su alrededor. A los padres ya les cuesta educar la un adolescente en el mundo real, para lograrlo ahora en la "jungla digital". Sin la suficiente información es imposible que controlen lo que hacen sus hijos en la intimidad de su dormitorio. Hace unos años, cualquier padre o madre lo que aconsejaba a su hijo/a era: no vayas solo por la calle, no digas donde vives, no hables con desconocidos... Ahora, estos consejos se quedaron anticuados y los padres, ya sea por desidia o desconocimiento, son incapaces de darles consejos para su "vida virtual". El problema radica en que por primera vez en la historia, los jóvenes saben mucho más de algo que sus padres. Tienen una herramienta utilísima en sus manos que es Internet, pero no saben cómo usarla responsablemente.

Así llegamos a la situación actual, en la que un reciente estudio para el Defensor del Menor denunció que el 44 por ciento de los menores se sintió acosado en internet en alguna ocasión. Además, el 30 por ciento admite que dio su teléfono a través de la red y el 16 por ciento facilitó la dirección de su casa. Todas estas conductas son peligrosísimas para cualquier chaval, Desde las escuelas debemos concienciarnos de esta nueva situación, e incluir tanto de manera transversal como a través de programas de intervención, contenidos e información que ayuden a los alumnos/as a ser críticos y a protegerse en esta nueva realidad social. Por otra parte, debemos hacer comprender a las familias que las nuevas tecnologías son cruciales para la formación de los adolescentes, pero que hay que promover su uso responsable.

Así, el primer reto de los mayores es convencer a los adolescentes de que la red no es un universo aislado del mundo real: lo que ocurre en internet no siempre quieta en internet.
Por último, decir que esto es una muestra de que las preocupaciones educativas reales de los padres y las preocupaciones de los políticos circulan por caminos totalmente paralelos...


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