miércoles, 10 de diciembre de 2008

¿Qué ocurre con las TICs?


Actualmente, nuestra sociedad se caracteriza por cambiar a un ritmo vertiginoso, tanto en el ámbito económico, como en el social, tecnológico… etc. Desde mi punto de vista, la educación constituye una herramienta muy valiosa que debemos utilizar para ayudar a las futuras generaciones a adaptarse a dichos cambios y poder llegar a ser miembros activos dentro de la sociedad que les rodea, hoy en día conocida como “sociedad del conocimiento”.

En España, a diferencia de otros países, algunos profesores/as todavía no conocen el potencial que tienen las nuevas tecnologías para ayudar en la educación de los alumnos/as, por ejemplo como herramienta para motivarles, como facilitador de la transmisión de conocimientos, también existen programas para orientarlos educativa y vocacionalmente, hardware adaptado a sus necesidades educativas que ayuda a estimular las deficiencias que el alumnado pueda tener, etc. Entre los instrumentos más utilizados en el contexto escolar, destacan: el tratamiento de textos, hojas de cálculo, bases de datos, programas didácticos, de simulación y de ejercicios, CDs, presentaciones electrónicas, editores de páginas Web, correo electrónico, chats, foros de debate, aulas virtuales, blogs, la videoconferencia, etc.

La falta de competencia del profesorado en el uso de las nuevas tecnologías se debe muchas veces a la falta de recursos, de tiempo para la autoformación, no se incluyen dichos conocimientos en la formación inicial de los profesores/as, etc. Todo esto hace que la educación vaya un paso por detrás de la sociedad. Por tanto, para conseguir implantar plenamente las nuevas tecnologías de la información y la comunicación en todos los centros escolares de España, debemos tener en cuenta que no depende sólo de las Administraciones Educativas, también depende de los propios docentes, que se deben preocupar por su autoformación, solicitando cursos a los CEFORE, trabajando en equipo, etc.

Por otro lado, el sistema educativo actualmente regulado por la Ley Orgánica 2/2006, del 3 de Mayo, de Educación, señala entre las competencias básicas que debe conseguir el alumnado, “el tratamiento de la información y la competencia digital”, y recoge en los decretos que la desarrollan, el protagonismo relevante que tienen las nuevas tecnologías en el currículo común. Esta competencia consiste en disponer de habilidades para buscar, obtener, procesar y comunicar información, y para transformarla en conocimiento. Incorpora diferentes habilidades, que van desde el acceso a la información incluso su transmisión en distintos soportes una vez tratada, incluyendo la utilización de las TIC como elemento esencial para informarse, aprender y comunicarse. Por otro lado, transformar la información en conocimiento exige destrezas de razonamiento para organizarla, relacionarla, analizarla, sintetizarla y hacer inferencias y deducciones de distinto nivel de complejidad; en definitiva, comprenderla e integrarla en los esquemas previos de conocimiento.

Por lo tanto, la educación tiene una doble misión, atender a la formación integral y de calidad de los jóvenes ciudadanos e incorporar las nuevas tecnologías en todos los niveles (Infantil, Primaria, Secundaria, Educación de Adultos, etc.) con el fin de evitar que la analfabetización digital genere como resultado capas de marginación social, conocida hoy en día como “brecha digital”.